Nuestra Orden Cisterciense, tiene
como cometido primordial la “Alabanza”, que se expresa en nuestro día a día, tanto
en el canto litúrgico, en el que nuestro corazón y nuestra mente, alaban en
unísono al Señor como el coro de los ángeles, como también en el trabajo donde
expresamos esa misma alabanza, dedicando nuestra labor al Señor, realizándola
con esmero, en comunidad y con la fraternidad que nos caracteriza, en un
entorno de silencio para facilitar la vivencia interior; de aquí nuestro lema
“Ora et Labora”.